El primer día de grabación comenzó temprano, a las 7 de la mañana. La productora nos citó en el Paseo de la Castellana nº 40. Por encima de esta gran arteria madrileña cruzaba otra calle importante, dejando por debajo un espacio abierto, con unas escaleras, varios monumentos y un pequeño estanque.
Justo al lado, quedaba un bar de copas que se había habilitado a modo de camerino. En la parte central del establecimiento, las chicas de vestuario habían montado su Zara particular. Había unos enormes soportes llenos de ropa, como para vestir a media ciudad.
Apartadas en una esquina estaban todas las ropas que ya habíamos probado el día anterior los 12 secundarios. Cada percha con una etiqueta con el nombre de cada uno. Pero había mucha ropa más para todos los extras, que iban pasando por allí a probarse la indumentaria, hasta el visto bueno de dirección.
Justo al lado, se había instalado un salón de maquillaje. Por allí fuimos pasando los secundarios para ponernos bien guapos. Ardua labor…. Las chicas necesitaban más tiempo que los chicos, puesto que el maquillaje era más complejo, había que peinar, etc.
Se habían preparado 3 sillones, delante de cada cual había un espejo con un montón de bombillas a su alrededor. Y por allí repartido, miles de cosas que no acertaría yo muy bien a describir, puesto que no son habituales para mí…. En definitiva, como los camerinos que salen en la tele.
Yo lo primero que dije al sentarme fue que ya venía peinado de casa. Así, para romper el hielo. Las chicas de maquillaje se miraron un segundo entre sí, como pensando: “pero qué dice éste, que apenas tiene pelo…..”. El sentido del humor de las 7 de la mañana….jeje….
Y así trascurrieron esas dos primeras horas, entre vestuario y maquillaje. Otra persona de la productora, el perfecto organizador Carlos, nos iba recibiendo, organizando, y preparándonos para lo que se venía encima.
La productora dispuso también de una zona de catering, en la que poder desayunar algo mientras nos preparábamos todos. “Cuidado con mancharse ahora eh?”, gritaban desde vestuario… Ciertamente, un simple vasito de café era muy peligroso en ese momento….
La siguiente etapa comenzó hacia las 9 de la mañana, cuando llegaron al lugar los 3 primeros jugadores: Rudy, Navarro y San Emeterio. Nos avisaba Carlos: “la ACB nos deja a los jugadores muy poquito tiempo, así que la prioridad ahora mismo es grabar las tomas en las que salen ellos”.
Y de esa forma, todo el gran equipo humano y técnico de Seven Senses, comenzó a grabar las primeras escenas, que eran protagonizadas por los jugadores y por alguno de los dobles. Los 12 secundarios prácticamente no tuvimos que intervenir hasta media mañana.
En uno de los primeros compases se produjo una de las anécdotas divertidas del rodaje. Los 3 jugadores bajaban por las escaleras pasándose un balón. Por un momento se olvidaron de su condición de flamantes medallistas olímpicos, y se metieron de pleno en el papel de “jugador en pretemporada”.
Conclusión: al segundo pase, el balón se fue al estanque. Corten!!! gritó dirección….. Risas entre todos, pero el caso es que el balón nadaba en el agua, sin que nadie del equipo alcanzara a recogerlo. Estoy seguro que el que dio el pase malo fue Rudy……
La grabación continuó su curso con nuevas tomas. Cada escena requería al menos una hora entre una cosa y otra. Primero, Dani organizaba al equipo. “Quiero las 3 cámaras aquí, aquí y aquí, que saquemos esta perspectiva y desde esta posición….”.
Acto seguido, todos los operarios montaban sincronizadamente el escenario indicado. Primero se colocaban los trípodes, luego las gigantescas cámaras…. Otras personas colocaban unos enormes pantallas (alguna tendría la altura de una casa de 2 pisos), supongo que para evitar luces o reflejos indeseados.
Las cámaras medían las distancias, la luz, los encuadres….. Prácticamente los preparativos llevaban unos 15-20 minutos. Mientras tanto, se preparaba la escena con los implicados. Según avanzaba la mañana, los actores secundarios íbamos poco a poco cogiendo mas peso y entrando más en escena.
Aquí conocimos a otra persona del equipo de la productora, Javi. Un tío muy vinculado a este deporte, con amplia experiencia en el banquillo….y que era el encargado de montar la parte baloncestística conforme a las órdenes de dirección.
Se hacían varias pruebas de lo que se iba a grabar, hasta que todos teníamos claro lo que teníamos que hacer. En ese intervalo, las cámaras y sonido quedaban también preparadas.
Con todo listo, venían las órdenes….. Esas palabras que tantas veces hemos oído en el cine o en televisión…: “motor!………acción extras!……ACCIÓN!!!!”. Y se grababa hasta que llegaba de nuevo otro grito: “CORTEN!!!. Y cada escena se repetía varias veces hasta que los jefes daban su visto bueno.
Todo era muy minucioso y cuidado en este sentido. Dani y Guillermo supervisaban atentamente los monitores de cada una de las 3 cámaras para ver si tenían recogidas las cosas que querían. Y si no, pues se repetía. Así de sencillo. Me quedé con muchas ganas de preguntar a Dani cómo hacía para ver 3 monitores a la vez y no perder un detalle. Supongo que la experiencia tiene mucho que ver….
Para que luego critiquen las chicas que los hombres nos sabemos hacer dos cosas a la vez…. Pues Dani hacía 4!! Ver los 3 monitores y comentarlo con Guillermo!!! Genial….
Yo ejercí perfectamente el papel del entrenador (según las indicaciones del equipo), haciendo gestos desde mi posición en el improvisado banquillo, dando gritos a los jugadores, y organizando los cambios. Y por supuesto, recordándole a San Emeterio que “el cansancio no existe” (frase célebre de Dusko Ivanovic). El cántabro se rió un poco con esta frase, pero estoy seguro que por dentro pensaría cosas como “te ponía yo un día a entrenar con él a ver si existe o no existe”….
Tuve la gran suerte de que mi relación con los jugadores mientras se grababa se ciñó casi exclusivamente a San Emeterio…. Graaaaaaaciassssss…..
Las tomas se fueron sucediendo de esta forma hasta las 15 de la tarde, momento en el que paramos para comer. Por supuesto, y para evitar el correspondiente síncope del personal de vestuario, nos cambiamos de ropa. Como para mancharse!!!
Y a eso de las 16 horas estábamos de nuevo en faena. Nada mas llegar a la zona de maquillaje, a mi me avisaba Carlos: “Iñaki, atento que vamos contigo! Pues perfecto, pensé yo. Según íbamos grabando, Dani me fue dando poco a poco más protagonismo en las escenas.
Mis compañeros seguro que también, pero yo me lo estaba pasando en grande cada minuto. No quiero tampoco desvelar muchos detalles de lo que hicimos esa tarde en las distintas tomas, entre otras cosas porque no sé tampoco qué quedará al final de todo en el anuncio, pero sobre todo para toda la gente de Vitoria y del Baskonia he de decir que dejé claro que los blancos también la sabemos meter….
En definitiva, unos momentos mágicos en medio de una gente extraordinaria. Me gustaron mucho las palabras de varias personas del Departamento de Comunicación de Endesa. Nos dijeron que tanto a ellos como a la productora, les había sorprendido muy positivamente lo que vieron en todos los secundarios, en el sentido de la naturalidad y frescura con las que estábamos allí, sobre todo teniendo en cuenta que era nuestro estreno en esos menesteres.
Yo sólo pude contestarles una cosa, que me salió del corazón. Les dije: “claro, es que estamos jugando a baloncesto!!!” Este es un deporte para disfrutar, para divertirte, para hacer unas risas con tus amigos. Con el balón y con un tío delante, sólo piensas en cómo meterle la canasta y que luego no te la meta él a ti…. Y siempre de buen rollo.
Y entre eso, diversas entrevistas que nos realizaron a unos cuantos de nosotros, y demás, se nos hizo literalmente de noche. Yo marché prácticamente a las 21 horas de la noche. Un día larguísimo, pero superespecial. Qué maravilla.